Aún falta atender las observaciones que han hecho sobre las cuentas públicas del municipio de Jonuta…
JONUTA.- Hay que decirlo así como es… Se va la administración más violenta en la historia de Jonuta, sí, la administración más violenta en la historia de Jonuta, la cual fue encabezada por el licenciado Eric Robert Garrido Argáez.
Este miércoles 25 de septiembre de 2024, el licenciado Eric Robert Garrido Argáez, entregó su tercer informe de gobierno; sin embargo, se le olvidó mencionar los muertos y el desbordado índice de violencia que se vivió en su trienio.
Durante su mandato, la delincuencia organizada hizo y deshizo en Jonuta, pues ejecuciones, levantones y balaceras estuvieron a la orden del día.
No hubo autoridad que frenara estos hechos que solo dejaron dolor entre decenas de familias jonutecas.
Podríamos mencionar cada uno de los hechos violentos desde el primero, hasta el último, pero eso ustedes ya se lo saben.
VIOLENCIA OPACA LAS OBRAS
Muchas pueden ser las obras -las cuáles todavía hay que revisar centavo por centavo-, pero cuando la violencia se incrementa drásticamente, no hay poder humano que pueda cambiar la percepción de desaprobación.
Jonuta pasó de ser el municipio más seguro de Tabasco a vivir días, tardes y noches de miedo, pánico e incertidumbre.
El gusto que daba caminar por las calles se perdió y se convirtió en temor de quedar en medio de un ataque a balazos o sufrir un levantón por alguna confusión.
Se va una administración que hizo algunas obras -pero si pudiéramos- pediríamos auditar cada peso invertido en cada una de ellas, pues se sabe -NO DECIMOS QUE EN ESTA- pero en anteriores administraciones, inflar los costos era un modus operandi para saquear las arcas.
Es triste escuchar a amigos de Jonuta decir «al menos hizo algo»; sí hizo obras y bailes, pero lo hizo con dinero del pueblo y ningún mandatario, ninguno, tiene derecho a llevarse, pero ni un centavo.
Se va una administración cuyos integrantes probaron tantito poder y se marearon, a los que se le olvidó que esto solo dura 3 años y que nosotros -los habitantes- aquí vamos a seguir y muy seguramente, aquí nos vamos a volver a encontrar.
Se va la administración de un presidente que no aceptaba críticas y que triste, porque lo habría esperado de cualquiera, no de un licenciado.
Se va un presiente que si no estabas a su favor, estabas contra él. Un presidente revanchista, vengativo y prepotente.
Se va un presidente que le dio la espalda a muchos que le invirtieron dinero y hasta le dieron vehículos durante sus años de campañas.
De sus cosas personales no vamos a hablar, pero igual quedan «bajo la lupa», por ser una figura pública y que se debe al pueblo, de eso ustedes tienen la mejor opinión.
Ahora viene una «nueva era» la cual desde luego también estará bajo el escrutinio público y solo el tiempo la pondrá en su justo lugar.